Wednesday, May 30, 2012

Barbie


Aunque mi tiempo en La Republica Dominicana ha sido increíble, no comenzaba tan buena qué yo quería. Mi vuelo a La Republica Dominicana fue desde Portland hasta Dallas, Dallas hasta Miami, y Miami hasta Santo Domingo. Antes de mi vuelo desde Miami hasta Santo Domingo, estaba un poca nerviosa porqué la azafata hablaban en español y no tradujeron a inglés cuando daban direcciones. Así me siento agobiando y como el resto del viaje estaré como eso. Cuando embarcaba en el avión, encontraba mi asiento pero no hay personas en las próximos asientos. Después de diez o veinte minutos, una mujer vino al asiento a mi derecha. Ella me miró y digo “good luck fitting in”   en Inglés rompido. Reí un poco, pero lo me dio miedo sobre el viaje. Además, cuando llegué a Santo Domingo, necesitaba a entrar a aduana antes de podía salir el aeropuerto. Cuando estaba parada en la línea, realicé que estaba en la línea incorrecta porqué esa línea era solamente para residentes de la Republica Dominicana y había una línea diferente por visitantes. Podía escuchar la pareja detrás de mi qué elegía la línea incorrecta también, y cuando el hombre trató a caminar para la otra línea, su esposa se digo “don’t worry, she sure as hell ain’t Dominican, either”. Sé que no me parece como los Dominicanas aquí, y todas las mamás en este apartamento me llaman “Barbie” porqué tengo pelo rubio, pero me tenía miedo en el comienzo. Pero todo está buena ahora, y toda le gente que se conozco aquí son increíbles, amables, y hospitalarias. 

Thursday, May 24, 2012

Adiós, América


No fingiré como no hay un parte de me que está aterrorizada a salir por La Republica Dominicana en cuatro días. No puedo mentir y decir que no hay algo un poco reconfortante sobre mi indulgencia diaria de una 12 onza., doble, desnatada, medio caramelo y medio vainilla latte a Coffee Culture o los gofres rematado con manzanas horneadas, canela y azúcar moreno que me empujan a través de mi carrera de diez millas.  Hay un parte de mi que extrañaré esas familiaridades y la predictibilidad de mi vida diaria. Pero, me confía, una vez que paso los abrazos, besos, y despedidas con mi mamá en el aeropuerto y el poco (o no tan poco) empujón sobre el avión, no puedo esperar por mi experiencia en la Republica Dominicana. Mientras siempre tengo mi diccionario español para aprender los esenciales, estaré buena. Y de esenciales comprendo que piensas que significo es “¿Dónde está el baño?” y “¿Cuanto cuesta este?”, pero en realidad, todo necesito es “¿Dónde está el café más cerca?” (dame un latte, y puedo conquistar el mundo) y “¿Puede repetirlo por favor?” (OK, más como cien más tiempos con un poco lenguaje de señas). Obviamente yo sé como sobrevivir vida extranjera.
No, me permite ser honesta, no sé como esperar. No hasta un poco. Y me gusta ese. Pero para ser honesta, un parte de mi imagina que veré centenares de hombres que parecen al chico de piscina de Brooke Windham en Legally Blonde, completamente vestido en zapatos de piel de serpiente de Jimmy Choo, pantalones caqui, y una ojeada pequeña de pelo de pecho rateando afuera de los botones superiores de su camisa de Ralph Lauren, sólo a ir a la playa de arena blanca para sorber a daiquiris de fresa espumosos y tomar el sol, trabajando en un bronceado bueno (o un tono favorecedora de rojo con pecas infinitas, de cualquiera manera…), pero recordaré que este es un vacación para escuela, y soló escuela, no se preocupan mamá y papá J (Recuérdeme a tachar los fotos de la discoteca, los tragos de Mama Juana, y los hombres guapísimos antes de muestro mi papá…)
Pero en toda seriedad, cocinando con mi mamá anfitriona, caminando por vendedores callejeros con mi familia anfitriona, y pasando tiempo libre haciendo yoga en la arena, saltando de cascadas, y fingiendo como podemos bailar como las Dominicanas en las discotecas con los otros estudiantes de este vacación son un poco de las experiencias que no puedo esperar para tener. Todo puedo esperar por es una familia anfitriona amable que son tan emocionada como soy para esta experiencia, un comprensión mejor de la cultura y lenguaje, y muchas experiencias que no podría haber tenido si hubiera quedado en mi ciudad natal por el verano con muchos de mis amigos mejores.
Y sobre todo, me prometo que trataré todos los oportunidades que tendré, no importa cuánto lo atérrame a salir esta vida de comodidad y familiaridad, porque, después de todo, hay cosas mucho, mucho mejores delante que algo que dejamos atrás.