Thursday, May 24, 2012

Adiós, América


No fingiré como no hay un parte de me que está aterrorizada a salir por La Republica Dominicana en cuatro días. No puedo mentir y decir que no hay algo un poco reconfortante sobre mi indulgencia diaria de una 12 onza., doble, desnatada, medio caramelo y medio vainilla latte a Coffee Culture o los gofres rematado con manzanas horneadas, canela y azúcar moreno que me empujan a través de mi carrera de diez millas.  Hay un parte de mi que extrañaré esas familiaridades y la predictibilidad de mi vida diaria. Pero, me confía, una vez que paso los abrazos, besos, y despedidas con mi mamá en el aeropuerto y el poco (o no tan poco) empujón sobre el avión, no puedo esperar por mi experiencia en la Republica Dominicana. Mientras siempre tengo mi diccionario español para aprender los esenciales, estaré buena. Y de esenciales comprendo que piensas que significo es “¿Dónde está el baño?” y “¿Cuanto cuesta este?”, pero en realidad, todo necesito es “¿Dónde está el café más cerca?” (dame un latte, y puedo conquistar el mundo) y “¿Puede repetirlo por favor?” (OK, más como cien más tiempos con un poco lenguaje de señas). Obviamente yo sé como sobrevivir vida extranjera.
No, me permite ser honesta, no sé como esperar. No hasta un poco. Y me gusta ese. Pero para ser honesta, un parte de mi imagina que veré centenares de hombres que parecen al chico de piscina de Brooke Windham en Legally Blonde, completamente vestido en zapatos de piel de serpiente de Jimmy Choo, pantalones caqui, y una ojeada pequeña de pelo de pecho rateando afuera de los botones superiores de su camisa de Ralph Lauren, sólo a ir a la playa de arena blanca para sorber a daiquiris de fresa espumosos y tomar el sol, trabajando en un bronceado bueno (o un tono favorecedora de rojo con pecas infinitas, de cualquiera manera…), pero recordaré que este es un vacación para escuela, y soló escuela, no se preocupan mamá y papá J (Recuérdeme a tachar los fotos de la discoteca, los tragos de Mama Juana, y los hombres guapísimos antes de muestro mi papá…)
Pero en toda seriedad, cocinando con mi mamá anfitriona, caminando por vendedores callejeros con mi familia anfitriona, y pasando tiempo libre haciendo yoga en la arena, saltando de cascadas, y fingiendo como podemos bailar como las Dominicanas en las discotecas con los otros estudiantes de este vacación son un poco de las experiencias que no puedo esperar para tener. Todo puedo esperar por es una familia anfitriona amable que son tan emocionada como soy para esta experiencia, un comprensión mejor de la cultura y lenguaje, y muchas experiencias que no podría haber tenido si hubiera quedado en mi ciudad natal por el verano con muchos de mis amigos mejores.
Y sobre todo, me prometo que trataré todos los oportunidades que tendré, no importa cuánto lo atérrame a salir esta vida de comodidad y familiaridad, porque, después de todo, hay cosas mucho, mucho mejores delante que algo que dejamos atrás. 

1 comment:

  1. No estoy segura qué quería decir cuando escribí esto párrafo, así voy a escribirlo una más vez.
    No puedo actuar como no hay un parte de mi qué tiene mucho miedo para salir Los Estados Unidos. Sería una mentira para decir qué no faltaré el café expreso qué bebo todas las mañanas con leche y sabores de caramelo y vainilla o los gofres con manzanas horneadas, canela, y azúcar moreno qué me encanta comer después de corro en las mañanas. Yo sé que extrañaré esas familiaridades y la predictibilidad de mi vida diaria. Pero tengo confianza qué después de los abrazos, besos, y despedidas con mi mamá, tendré una experiencia increíble en La República Dominicana. Solamente necesito mi diccionario para aprender todos los esenciales como “¿Dónde está el café más cerca de aquí?”, “lentísimo, por favor”, y “no te entiendo” para sobrevivir mi tiempo extranjero.
    Pero, si voy a ser honesta, un parte de mi imagina que veré cientos de hombres que me parecerán como el chico de la piscina de Brooke Windham en la película “Legally Blonde”, llevando ropa como zapatos de piel de Jimmy Choo, pantalones caquis, y un poquito pelo de pecho debajo de su camisa blanca de Ralph Lauren. Y, por supuesto, después de veo esos hombres iré a la playa para disfrutar piña coladas, tomar el sol, y broncear mi piel. (No te preocupa, papá, recordaré a estudiar y concentrar a aprendiendo español- pero ignore las fotos del concierto de Mozart en el café de Hard Rock, las historias de tragos de Mama Juana, Ron Barceló, y Brugal, y la foto dónde puedes ver Samantha, James, y yo mientras estaban montando una motocicleta que pongo en mi blog.
    Pero para ser seriosa, estoy muy emocionada para cocinar con mi mamá Dominicana, caminar por El Conde y El Mercado para comprar regalos por mis amigos, y viajar para todas las playas más bonitas en La República Dominicana. Me encantaría una familia amable, cariñosa, y hospitalaria con quien puedo disfrutar todas las experiencias que el país puede presentarme.
    Y, sobre todo, me prometo a hacer todo que puedo, sin miedo y sin vacilar, para tener la mejor experiencia posible.

    ReplyDelete